viernes, 25 de noviembre de 2011

Si yo fuese Presidente

¿Por qué solo en el fútbol?

Si yo fuese Presidente…
Nos auto imponemos restricciones que solo sirven para limitar nuestras posibilidades de éxito. Estamos tan engolfados en un ir pensando “de cabotaje” y por inercia que ignoramos la recomendación evangélica del “duc in altum”.

Toda organización que desea destacar entre las mejores de su clase debe comenzar por reclutar a los mejores allí donde quiera que estén, cosa que hemos aprendido a hacer en el fútbol, y no nos va nada mal. Pero, ¿Dónde están los Diestéfano, los Pelé y los Ronaldo de la universidad, de la investigación, de la industria o de la política?

Si yo fuese Presidente reclutaría al mejor Ministro de Industria, allí donde esté, aunque sea alemán. Eso si que sería un acontecimiento cósmico que revolucionaría a los mercados y bajaría la prima de riesgo, pues demostraríamos que no vamos a ir tirando capeando el temporal, sino que vamos a por el título de Campeones de Europa.

¿A quien le importa de qué pueblo es cada ministro? A mi lo que me interesa es que los ministros sean competentes, trabajadores, honrados y eficaces, ni me planteo si son o no de mi pueblo.

Los EE.UU. nombraron ministro a Henry Kissinger sin que fuese americano, era alemán, nacido en Fürth, pero, sobre todo, era un excelente ministro.

Lo que si habría que pedir es que el elegido hablase español o se comprometiese a aprenderlo de aquí a Navidades; no es cuestión, a estas alturas, de tener que poner intérpretes al Consejo de Ministros, para esas chorradas ya tenemos al Senado.


Y hablando del Senado

Si yo fuera Presidente me plantearía seriamente si prescindimos del Senado o lo potenciamos en serio. Yo me inclino por potenciarlo y hacer de él la Cámara Representativa de los Intereses Autonómicos, eliminando todos los parlamentos autonómicos.

Los Parlamentos Autonómicos han demostrado que solo sirven para colocar a los que sobran de las listas nacionales y crear leyes que limitan la libertad y la igualdad entre los agentes económicos de distintas autonomías y rompen la unidad de mercado.

Que el Senado considere los intereses locales y proponga, por consenso, unas mismas leyes para todos que debieran ser sancionadas por el Congreso.


Nuestra ventaja estratégica

Si yo fuese Presidente procuraría hacer de España la California de Europa. La gran industria comenzó en EE.UU. junto a ríos, como el Ohaio, o los grandes lagos. Lo mismo ocurrió en Europa con las humeantes riberas del Rhin, del Nervión o del Támesis. Pero cuando la electricidad permitía que las fábricas no fuesen dependientes del suministro del carbón, las nuevas industrias de gran tecnología de los EE.UU. emigraron a climas más benévolos y surgió California en todo su esplendor.

Ya hemos conseguido que España sea la Florida de Europa. Nuestro Levante acoge a miles de jubilados europeos. Es hora de hacer de España la California de Europa y lograr que sus centros de investigación, sus mejores universidades, sus más avanzadas industrias se vengan a estas tierras.

No es que Munich sea un mal sitio, pero, ¿no vivirían mejor los científicos del Max Plank en Granada? Tendrían las mismas oportunidades de practicar el ski, más la posibilidad de bañarse en Marbella los fines de semana. ¿No estaría encantada la Universidad de Lund en tener una sucursal en, digamos, Alicante? Seguro que a todo su claustro le encantaría pasar algunos meses de invierno dando clase a las cuatro de la tarde sin que sea de noche. ¿Qué pinta un gran magnate de la industria en Düsseldorf pudiendo estar en Málaga?

Si yo fuese Presidente, haría un esfuerzo por convencer a científicos, empresarios y profesores universitarios europeos que donde se vive bien es en La California de Europa y deberían considerar venirse y traerse aquí su chiringuito.


Las cuatro Españas

Si yo fuese Presidente, procuraría dejar claro que, como decía Lain Entralgo, solo hay cuatro Españas que realmente importen para lo que realmente importa: El Sur que fríe, la Meseta que asa, el Norte que guisa y el Levante que hace paellas.


Sobre la enseñanza

Si yo fuese Presidente, visto lo visto, además de cambiar de inmediato el contenido de la Enseñanza para la Ciudadanía con temas de urbanidad, disciplina, responsabilidad, información de los derechos y deberes del ciudadano, nociones sobre cómo funciona el Estado, procedimientos de los principales trámites administrativos y el valor del voto responsable; pensaría en incorporar una asignatura obligatoria de economía en la enseñanza media.

Potenciar la industria copiando de Alemania

Si yo fuese Presidente estudiaria como funcionan los Landesbanks alemanes y la legislaron industrial alemana. Tengo un muy buen amigo que tuvo que cerrar su fabrica de LLodio y potenciar la producción de la que tenía en Rheinfelden. ¿Cómo puede una misma industria, con los mismos productos, la misma tecnología, la misma maquinaria, los mismos mercados, los mismos directivos, el mismo consejo de administración; triunfar en Alemania y fracasar en España? Tenemos que investigar la fórmula que haga atractiva a España para invertir en ella y si hay que copiar recetas de éxito, copiemos. Recuerdo un viejo chiste de Mingote, de cuando masivamente emigrábamos a Alemania, que decía: “¿Y si en vez de enviar obreros a Alemania trajésemos directivos alemanes a España? Yo creo llegada la hora de traer políticos alemanes, no muchos, pero si alguno y copiar estructuras.


Aprender de los que lo hagan bien

Si yo fuese Presidente me estudiaría la revolución Meiji. Durante la revolución Meiji, los japoneses reconocieron que los occidentales les aventajaban porque sabían física. Decidieron llevar a Japón los tres mejores profesores de física que encontraron por el mundo y seleccionaron tres becarios japoneses que enviaron a estudiar a las que consideraron tres mejores universidades occidentales. En unos años estaban a la cabeza de la tecnología, exportando sus productos a todo el mundo. ¿No podríamos hacer nosotros lo que hicieron los japoneses con la fisica con, digamos, la estructura industrial, el cine, la política, los sindicatos, los procedimientos judiciales … Un segundo de humildad a tiempo salva todo un futuro secular.

Plan energético

Si yo fuese presidente, lanzaría un Plan Energético en el que, además de estudiar la forma de reducir los costes de producción eléctrica sin prejuicios y de ver fórmulas de reducir el consumo (que incluya un plan para mejorar el factor de potencia de los consumidores) pondría énfasis en el ahorro en la distribución, estudiando la sustitución de tramos de alta tensión con muchas pérdidas, por redes de superconductores de alta temperatura.


Intrusismo laboral

Si yo fuese Presidente, propondría una ley por la que quien asuma un cargo público para el que se demuestre que era totalmente incompetente, pueda ser procesado por intrusismo laboral. Resulta que para ser juez, notario, maestro, policía o bombero se requiere una preparación adecuada y un examen que permita demostrar que se está cualificado para desempeñar el cargo, pero para ser, digamos, Presidente del Gobierno, vale cualquiera.

Si a uno que se hace pasar por médico sin serlo, va por ahí deformando culos con inyecciones de cemento en los glúteos, se le procesa, ¿Cómo puede irse de rositas quien ha arruinado un país y millones de familias por su incompetencia para un cargo que libremente asumió?

2 comentarios:

Renato dijo...

Querido Carlos:
He leído con atención tus breves reflexiones y descubro, no sin asombro, que todas ellas te colocan entre los antisistema. Ibas a ser un presidente que ibas a tener que reformar la constitución tan profundamente que mejor sería elaborar una nueva.
Y... ¿como iba a llegar un presidente así al poder? Desde luego no con el apoyo de los dos grandes partidos. Ni creo que con el de los medianos. Mucho menos con el de los nacionalistas autonómicos.
Entonces tu primer problema sería reformar la Ley Electoral, tan atacada por el 15-M.
Renunciando a ese elemental principio, tu esperanza, vana y engañosa, se reduce a que el Sr. Rajoy lea tus reflexiones y se inspire en ellas. Porque ninguno de los votantes no afiliados, podemos ir mas allá de reconocer el timo que entre todos hemos dado a la ciudadanía.
Rajoy tiene mayoría absoluta y podría, si quisiera, arreglar algunas cosas. Pero desde el principio ha dejado claro su dependencia de Merkel y de la economía especulativa que ella defiende.
Potenciar el senado, y eliminar de un plumazo tantos cargos políticos como mantienen los políticos a cuenta de las autonomías, se me antoja tarea imposible para el futuro presidente electo.

Proponer una tecnocracia gubernamental, cuando ya los ambiciosos próceres, (que también han arruinado España con sus suntuosos gastos innecesarios) están barajando incontables listas de ministrables tratando de hacerse un hueco en ellas, parecería a muchos de los colaboradores de Rajoy que consideran que con su labor de acoso y derribo a Zapatero han contribuido a su ascenso, una inaceptable traición.

A mi, no es que no me parezcan bien esas propuestas. Algunas de ellas se barajaban entre las del 15-M. Lo que si me parece, es que llegan tarde. Que me hubiera gustado leerlas de ti antes de las votaciones. Para que al votar hubiéramos buscado un presidente que aceptara algunas de ellas.
Porque si no lo había , quizás hubiera sido mejor engrosar las filas de esos nueve millones de abstencionistas, descontentos con, pero inexistentes para el sistema, salvo para pagar impuestos y contemplar como nuestros maravillosos políticos lo primero que hacen es subirse los sueldos, para después afirmar rotundamente que para salir de la crisis es necesario bajar los salarios y los servicios públicos, para contener el gasto de un estado del bienestar que no nos podemos permitir los españoles.
Cosa que como tu bien dices y la experiencia demuestra, no resuelve el problema, sino que lo agrava.

Un fuerte abrazo de tu amigo Renato.

dotores dijo...

Sr.D.Carlos:
De todos los razonamientos que el Sr. Renato expone, me quedo con uno.

Si usted fuera presidente, habría ido como cabecera de lista en uno de los partidos mayoritarios por Madrid.
Eso implicaría la pertenencia a la cúpula de uno de esos partidos. Muchos años de militancia con lo que ello conlleva y de ascender en la estructura interna del partido a base de mentir,traicionar, chantajear, y manipular. Habría tenido que demostrar que le interesaba mas el triunfo de su partido que el bien de España y de los españoles. Habría tenido que corromper sus ideas iniciales generosas, hasta hacerse un político de pro, quizás "como Dios manda".
En resumen si usted fuera presidente sería igual que el presidente que acaba de salir, o que el que se va, y por supuesto no haría ninguna de esas cosas que dice.